Starship, la nave gigantesca de Elon Musk y SpaceX, despegó la mañana de este jueves frente a los mares espumosos del Golfo de México.Los propósitos que lo pusieron en el cielo tienen los alcances de la ciencia ficción: vuelos espaciales privados, y transporte de carga y pasajeros en la atmósfera de la Tierra, hacia la Luna, e incluso hasta los desiertos gélidos de Marte. Desde el otro lado de la frontera, fue posible atestiguar cómo el bólido de metal se alzó hacia el firmamento como una bengala resplandeciente, y se perdió en la infinidad azul del cielo dejando nada más que una estela de humo y la fascinación del mundo entero.En Boca del Río, en Tamaulipas, decenas de personas se congregaron desde horas previas al amanecer para no perderse la imagen irrepetible del cohete más grande del mundo navegando en vertical hacia lo eterno. Y así fue: alrededor de las 8:28 de la mañana, el monstruo de metal despegó en un estallido de fuego, y se elevó hacia las estrellas en medio de una columna de humo que fue visible desde kilómetros a la distancia. Los mexicanos afortunados que pudieron presenciar lanzaron gritos de entusiasmo e impresión, aplausos aislados, y vítores de espanto en el medio del desorden de los pájaros, que se quedaron empequeñecidos ante el vuelo titánico de aquel pájaro de metal, y su ascenso que se escapó para siempre al orden de la lógica y los alcances de la imaginación. FS
