Patricia “Ceci” Flores es una de las miles de mujeres que sufren por la desaparición de sus hijos, pero cansada de las amenazas y de la inacción de las autoridades, hizo algo que pocos se han atrevido: envió una carta pública a todos los capos del narcotráfico de Sonora para pedir que la dejen encontrar a sus familiares. El pasado domingo, “Ceci” publicó un video donde pide a los líderes de las organizaciones criminales que permitan que las “madres buscadoras” hagan su trabajo, esto luego de los múltiples casos donde activistas han sido asesinadas o incluso han recibido amenazas de muerte."He sido amenazada, y he sido desplazada del estado de Sonora", afirmó Flores, quien aseguró que tuvo que irse del estado tras recibir múltiples amenazas de muerte. "Al desplazarme de Sonora, me amarraron de pies y de manos, me quitaron la posibilidad de seguir buscando a mis hijos y a todos los desaparecidos".Flores, fundadora del colectivo Madres Buscadoras de Sonora, tiene dos hijos desaparecidos: Su hijo Alejandro desapareció en 2015, y otro hijo, Marco Antonio, fue secuestrado en 2019. Al igual que muchas madres en México, enfrentó la inacción de la policía, y decidió buscar en el desierto donde los narcotraficantes suelen deshacerse de los cuerpos de sus víctimas en fosas clandestinas.Armados sólo con palas y barras de acero, los grupos de búsqueda pensaron durante mucho tiempo que no molestaban a nadie. Han dicho repetidas veces que no pretenden que nadie enfrente la justicia por la muerte de sus parientes; sólo quieren recuperar sus cuerpos.Sin embargo, conforme realizan el trabajo de búsqueda, suelen ver a hombres en diferentes vehículos, que se cree son sicarios de los narcos, vigilando todas las labores que están realizando. "Yo tengo necesidad de seguir buscando a mis hijos, por lo cual me veo en la necesidad de pedirles a ustedes los jefes de los cárteles de Sonora, Salazar y Caro Quintero y demás líderes del cártel, que no nos maten, que no nos desaparezcan, que no nos amenacen, que nos dejen seguir buscando a nuestros hijos", declaró.Varios cárteles, incluyendo uno manejado por Rafael Caro Quintero, han estado luchando por el control de Sonora y sus valiosas rutas de tráfico a Estados Unidos. Entre ellos están las dos principales facciones del cártel de Sinaloa, una de las cuales opera a través de una banda local conocida como Los Salazar.Flores les recordó a los cárteles cuál es la posición que los buscadores siempre han tenido."No buscamos culpables, no buscamos justicia; lo único que queremos es traerlos de vuelta a la casa", señaló.En julio de 2021, otra buscadora de Sonora, Aranza Ramos, fue secuestrada, y su cuerpo acribillado fue arrojado en un camino. Flores comenzó a recibir amenazas, por lo cual decidió huir y se inscribió en un programa gubernamental para protección de activistas. Pero eso significó salir del estado y con ello abandonar cualquier esperanza de encontrar a sus hijos.México tiene más de 95 mil desaparecidos, según datos gubernamentales. Más de 93 mil de esas desapariciones ocurrieron desde 2006, cuando el gobierno inició su guerra contra el crimen organizado. Se cree que la mayoría han sido asesinados por cárteles del narcotráfico, y que sus cuerpos han sido arrojados en tumbas poco profundas, quemados o disueltos en ácido.El gobierno ha tenido problemas hasta para identificar los cuerpos que se han hallado. Alrededor de 52 mil esperan identificación.GC
