El panorama es confuso y luce pesimista. Mientras la Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte del repunte de la pandemia y una docena países europeos vuelven a cerrar, de este lado del mundo se apresura la apertura de los centros escolares, se reabren los centros comerciales, parques recreacionales, casinos, las aerolíneasaumentan las reservaciones y las playas se llenan de vacacionistas. La disciplina sanitaria se relaja.¿Qué está sucediendo?. La OMS y otros organismos de salud como el Centro de Control de Enfermedades Infecciosas en Estados Unidos (CDC) dice que “aún estamos en el ojo del huracán de la pandemia”, que desafortunadamente las medidas se relajan y se fomenta el regreso a la normalidad. En algo que todos deseamos, pero no podemos apresurarnos con tantas señales de riesgo que surgen.En un dato concreto y real, la OMS informa que la pasada fue la tercera semana consecutiva con aumentos de casos de contagio, y es en Europa y América donde han surgido el 80 por ciento de los mismos. En Estados Unidos se ha regresado a los poco más 50 mil casos de infectados por día, cuando se había logrado disminuir anteriormente. En siete estados se reporta como grave y preocupante el incremento.El mundo, con una población de 7,800 millones de personas, apenas 360 millones (cinco por cientoaproximadamente) se han vacunado y la producción de vacunas ha sido lenta comparada con la agresividad del virus.Dicen los científicos que para poder aspirar a regresar a la normalidad, mínimo el 85 por ciento de la población debe estar vacunada para lograr la inmunidad de rebaño.Llama la atención que dentro de la emergencia mundial sanitaria, además de ignorar las recomendaciones, existan personas -como en Estados Unidos- que en algunos segmentos de la población no acepten vacunarse. Como por ejemplo algunos republicanos; de acuerdo con una encuesta de National Public Radio (NPR) y Public BroadcastingSystem (PBS) que fue confirmada por la Kaiser Foundation, resulta interesante saber que el 49 por ciento de los seguidores del expresidente Donald Trump rechazan la vacuna, aparentemente influenciados por su líder político quien no confía ni avala los avances de la ciencia.Al margen de la política, lo que debe prevalecer en estos momentos es el sentido común. Con la vacunación la tendencia de la cresta de la pandemia era a la baja en los casos de infección, pero relajadas las medidas nuevamente vamos cuesta arriba y eso es muy preocupante. ¿Usted, qué opina?.daniel.rodriguez@dbhub.net
