El miedo puede ser muy útil.Es útil cuando aparece una amenaza por sorpresa, intempestivamente, y nos obliga a reaccionar y resguardarnos lo más pronto posible.Es útil porque cuando la amenaza es real, y afecta de manera general a una comunidad, nos conmovemos profundamente y buscamos a nuestros afectos; de pronto nos descubrimos abrazando más efusivamente a nuestros hijos, llamando por teléfono a nuestros viejos, a nuestros parientes lejanos (tanto en lo físico como en lo emocional), e incluso buscamos amigos que en otras condiciones no buscaríamos.Pero cuando es más útil es cuando nos ayuda a transitar del miedo a la confianza en nosotros mismos, en nuestras habilidades y capacidades, para enfrentar la amenaza.Le voy a contar una historia.Es de la época de las cavernas.Es la historia de un clan que vivía en una enorme cueva; ahí dormían y pasaban la mayor parte del tiempo hombres, mujeres y niños.Un día, al salir de la caverna, a apenas unos metros de la entrada, uno de los cazadores se topó con un tigre dientes de sable. Su primera reacción fue correr y resguardarse detrás de una enorme piedra.Desde ahí pudo observar la dimensión del peligro, pues se trataba de una bestia formidable, terrible, de gran tamaño (aun en cuatro patas era de la altura del cazador) y lucía aquellos colmillos enormes, de más de 50 centímetros de largo, que le daban su nombre. Como pudo, el cazador regresó a la cueva, donde el resto de los integrantes del clan, paralizados por el miedo ante la amenaza del tigre, permanecían en el fondo.Después de pasado el primer susto, el cazador evaluó la situación: el tigre ya sabía que en la cueva vivía gente, para él alimento seguro, y muy probablemente esperaría a que salieran uno tras otro en algún momento de desesperación, por hambre o sed, para devorarlos.Nuestro cazador entendió que, o acababan ellos con el tigre, o el tigre acabaría con el clan. Pasó del miedo a la confianza en sus habilidades como cazador, y en su astucia, para enfrentarlo.Involucró a un par de cazadores más, audaces como él, y diseñaron un plan que a partir de atraerlo con un señuelo (uno de los propios cazadores), permitiría que los otros, desde una posición de privilegio, emboscados, pudieran atacar al tigre rápidamente y matarlo.El plan implicaba enormes riesgos, tanto para el señuelo como para los otros cazadores, porque aquella era una bestia muy poderosa y armada con herramientas tremendas como sus garras y sus colmillos.El plan era muy inteligente, y muy audaz, lo discutieron varias veces, le hicieron adecuaciones, y finalmente lo pusieron en práctica.Las cosas les funcionaron y consiguieron acabar con el tigre.El resultado fue que no sólo salieron adelante de la amenaza de tener a aquel tigre a la puerta de su caverna, sino que obtuvieron carne suficiente para un par de días, y además, con la piel los cazadores que participaron se hicieron capas, con las que mostraban orgullosos al resto del clan que ellos fueron los que acabaron con la amenaza, y ellos los que mataron al tigre.
