Además del crecimiento del endeudamiento de Jalisco y por ende del costo del pago de los intereses que como contribuyentes nos tocará pagar a los jaliscienses de hoy y de las generaciones que vienen, el debate de la deuda por seis mil 200 millones de pesos de la semana pasada rompió alianzas, dejó bloques debilitados y otros reforzados, reputaciones a prueba y muchas incógnitas.Además del destino final de casi la mitad del empréstito, la primera incertidumbre que deberá quedar despejada será si la Secretaría de Hacienda de la 4T inscribe y avala la deuda o hace observaciones por omisiones legales al dictamen del endeudamiento y no autoriza la contratación del crédito como advirtió la diputada priista Mariana Fernández. Habrá que ver qué instrucciones recibe su titular de Palacio Nacional, donde ayer el Presidente dijo por enésima vez que no endeudará al país con el pretexto de la pandemia del coronavirus.Por las quitas a partidas universitarias en el dictamen de las modificaciones presupuestales del 2020 y por la opacidad del crédito, fue clara la ruptura entre el grupo Universidad y el grupo alfarista expresada con los votos en contra de la diputada emecista Mara Robles, y del diputado perredista Enrique Velázquez, identificados por representar al grupo padillista en el Congreso. Ojalá que en ambos bandos piensen en el interés general, y este rompimiento político no signifique el fin de la exitosa dupla Gobierno estatal-UdeG en el manejo del COVID-19.La fuga de último momento de las filas de Morena, de la diputada Patricia Meza, para pasarse del lado naranja y votar a favor del crédito, significó la tercera baja del bloque morenista en lo que va de la Legislatura. Llegaron con ocho posiciones y ahora ya sólo tienen cinco. En contraste, el frente formado por los emecistas y los panistas se consolidó más que nunca con el respaldo total que dio al préstamo la bancada panista, con lo que habrá que dar por descontado que volverán a ir juntos en las elecciones del 2021.Por los cuestionamientos hechos a la representatividad de la Mesa de Reactivación Económica, que integran empresarios, sindicatos, universidades y organismos de la sociedad civil y que avaló el crédito, por el veto que sufrió la diputada priista Mariana Fernández de formar parte de esa mesa y por la ausencia de consultas y debates abiertos para definir las prioridades de aplicación del crédito, las reputaciones intachables de perfiles como el de Mauro Garza, expresidente de la Coparmex Jalisco y secretario técnico de la mesa, Xavier Orendáin, presidente de la Cámara de Comercio de Guadalajara e impulsor del Pacto por la Integridad de Jalisco, y de Augusto Chacón, director del Observatorio Jalisco Cómo Vamos, quedaron a prueba y deberán ser los primeros en exigir una estricta transparencia y rendición de cuentas del crédito para no poner en riesgo su prestigio.jbarrera4r@gmail.com
