Al igual que el 8 de febrero pasado, cuando se escribió un episodio inédito de inseguridad, impunidad y de complicidad de los cuerpos policiales en la Zona de Andares con la irrupción de un comando fuertemente armado de entre 12 y 14 hombres con chalecos antibalas que se movían en dos camionetas pick-up y dos autos sedan de reciente modelo hasta las afueras del restaurante Los Otates, y entraron para levantar a uno de sus comensales, lo que desató un tiroteo en el que hicieron gala de su poder de fuego y de su poder corruptor al escapar por la Avenida Patria en la hora de más tráfico sin que nadie los molestara, pese a llevar en la caja de una de las pick-up a un hombre herido, ayer la también conocida como Zona Dorada, y que en teoría es de las más vigiladas de la metrópoli, atrapó nuevamente la atención de la población y en especial de los habitantes del exclusivo Fraccionamiento Puerta de Hierro, Valle Real y Virreyes, entre otros, que se vieron sorprendidos desde la madrugada por la más grande movilización de soldados que se haya visto en la historia reciente.Estos operativos por tierra y aire del Ejército, la Marina y la Guardia Nacional se dieron tras la captura de Rosalinda “N”, esposa del líder del Cártel Jalisco Nueva Generación, Nemesio Oseguera “El Mencho”, y el levantón de un hombre y una mujer adscritos a la Secretaría de la Marina la noche del lunes, como presunta represalia a la recaptura de la que se presume es el cerebro financiero de ese grupo delincuencial.Rosalinda “N”, de quien la Fiscalía estatal dijo no tener ningún cargo en su contra ni conocimiento de que el gobierno federal la buscaba, había sido detenida ya en 2018, sin que en aquel momento se hubiera dimensionado su importancia dentro de esa organización delictiva, al grado de que se le concedió libertad condicional.Versiones extraoficiales aseguran que además de que habría incumplido con acudir a firmar a los juzgados como lo obligaban sus medidas cautelares, su reaprehensión se debió también al control que ejerce en las finanzas del cártel considerado como el más poderoso del planeta y con transacciones en más de 17 países, y que tiene su asiento principal en Jalisco y su zona metropolitana. Su recaptura podría servir también para cuestionarla si el grupo delincuencial al que pertenece tuvo algo que ver en el asesinato del ex gobernador Aristóteles Sandoval en Puerto Vallarta en diciembre pasado.En la intensa movilización castrense de ayer, en la que no hubo participación de ninguna corporación policial estatal o municipal, además de buscar a los marinos privados de su libertad, se buscaba a la hija menor de Rosalinda “N” y a su novio, a quienes las investigaciones de inteligencia militar atribuyen el secuestro.Así un sobresalto más que deja en evidencia la penetración delincuencial en muchas zonas del estado y de la ciudad, incluidas las colonias que habitan los de mayor poder adquisitivo.jbarrera4r@gmail.com
