Viernes, 26 de Abril 2024

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Historias detrás de la Serie Mundial

Por: Salvador Cosío Gaona

Historias detrás de la Serie Mundial

Historias detrás de la Serie Mundial

Por más que ha transcurrido ya una semana desde que los Dodgers de Los Ángeles conquistaron el título de la Serie Mundial 2020, seguimos paladeando esos momentos de triunfo con sabor muy mexicano que nos dejó esa inolvidable contienda en la que el par de representantes aztecas que tuvimos en el parque de pelota de Arlington, Texas aquella noche, fueron piezas fundamentales para alcanzar dicha victoria que acabó con 32 años de sequía para el conjunto californiano.

Nadie imaginó que las estrellas se alinearían de tal forma que los mexicanos cerraríamos la noche no sólo celebrando el triunfo de Dodgers, sino que lo haríamos sintiéndonos protagonistas del triunfo tras el excelso desempeño de los pitchers aztecas Víctor González y Julio Urías; el primero alzándose con el triunfo y el segundo adjudicándose el salvamento del mismo.

Fue Julio Urías, el  lanzador sinaloense que cerró de manera brillante ese último tercio, quien se quedó inerte en la lomita, primero doblando las rodillas y luego mirando al cielo empuñando las dos manos, el que recibió a sus compañeros eufóricos que corrieron a felicitarlo cuando colgó el último out.

El mismo Dave Roberts, que en el cuarto juego le había impedido hacer un último lanzamiento evitando que dejase el juego ganado, estuvo presto para abrazarlo, y como él lo hicieron las grandes figuras de los Dodgers, incluido Clayton Kershaw, quien había ganado todo en Grandes Ligas y sólo le faltaba el anillo de la Serie Mundial, que ahora ya podrá incluir entre sus hazañas.

Julio nació con un tumor en el ojo y prácticamente no ve; su camino al éxito no fue fácil, desde niño padeció bullying de sus compañeros y amigos y de ahí se forjó un carácter. Por eso quizá su temple de acero.  Su perseverancia y tesón tienen origen en la adversidad, y él mismo se ha encargado de dejar una frase para la posteridad: “Dios me dio un ojo izquierdo malo, pero un brazo izquierdo bueno”.

La de Víctor González, -el pitcher que ha jugado los últimos años para Charros de Jalisco en la Liga Mexicana del Pacífico- también es una de esas historias que muy pocos pueden contar. Hasta el 31 de julio pasado no figuraba en Grandes Ligas. Aquel día debutó frente a Diamondbacks y ha pasado en tan pocos días de un debut en la Gran Carpa, a jugar y ganar el duelo que le dio el séptimo título del Clásico de Otoño a los Dodgers de Los Ángeles.

Hace un par de años, Aarón, como lo llaman en su familia y en su pueblo, fue sometido a la temida “Tommy John”. Se cuenta que sus ánimos se partieron en mil pedazos y regresó derrotado a su pueblo, pero fue gracias al apoyo de su familia que pudo reacomodar sus piezas y volver a enfocar su espíritu para regresar con mayores bríos. Ni él imaginaba lo que el destino le tenía deparado: su anhelado debut, lanzar en un juego de Postemporada y ganar el juego del título de la Serie Mundial.

Ojalá los dos Peloteros sigan escribiendo con éxitos su historia en la Gran Carpa, aunque sería importante que pudiesen regresar a sus equipos de origen en las Ligas Mexicanas para beneplácito del propio béisbol y la afición.

bambinazos61@gmail.com
@salvadorcosio1

 

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