El martes, Julio César Chávez, celebró su cumpleaños número 60. Leyenda viviente del boxeo global, considerado uno de los dos mejores boxeadores latinoamericanos de todos los tiempos. 1984, año en el que el sonorense avecindado en Culiacán, inició su historia como campeón mundial, disputó el vacante cinturón Superpluma CMB, ante el favorito, Mario “Azabache” Martínez de la colonia Obrera de Guadalajara. El promotor zacatecano, Rogelio Robles, presidente de la desaparecida empresa Azteca Promotions con sede en Los Angeles, montó el match en el Olympic Auditorium de Los Ángeles, para ver la coronación del jalisciense ante el desconocido que llegaba de Culiacán. “Azabache” fue noqueado en ocho rounds. Dice la máxima que el boxeo es un negocio, lo demás es mero romanticismo. La anécdota siempre será interesante, Rogelio Robles confió que pudo promover la carrera del “Emperador” Julio César, pero no quiso, porque no le gustaba el estilo del sonorense. Resulta que un año antes, en septiembre de 1983, en el mismo Olympic Auditorium, Julio César le ganó por puntos a Adrián Arreola, y ya le andaba, aquella noche presentó una fuerte infección estomacal. En el ring, todos los rounds que duró el combate, estuvo evacuando los líquidos anormales, se veía que descendía por su pierna un hilo de la enfermedad que terminaba en la zapatilla. Tras finalizada la pelea, Chávez y su mánager, el extinto Ramón “Zurdo” Félix, buscaron a Robles por el inmueble angelino, quería el hombre de la toalla que el zacatecano promoviera a su alumno. Lo saludaron, Robles platicaba con otro promotor boxístico en la dulcería del Olympic, al presidente de Azteca Promotions no le interesó Julio César Chávez, pero al promotor con el que platicaba sí. Don King esa noche del 1 de septiembre de 1983, obtenía el boleto con el que un año después ganó la lotería, el primero de muchos premios gordos. El 17 de marzo de 1990, Julio César Chávez se erigió en “Emperador”, después de noquear a Meldrick Taylor, apenas segundos antes de que finalizara la pelea que iba a perder por decisión. Estaba de por medio el campeonato mundial Superligero CMB. Fue campeón mundial Superpluma, ligero y Superligero. En septiembre de 1993, más de 136 mil aficionados se dieron cita en el Estadio Azteca, récord Guinness. Noqueó a Greg Haugen… Y por ahí estaré atisbando.
