Con mis mejores deseos de que las fiestas decembrinas hayan sido motivo y espacio de encuentro, paz y fraternidad, y reiterando mis parabienes para que este 2022 venga cargado de prosperidad, paz y salud para ustedes, estimadas y estimados lectores, les saludo nuevamente con el primer RADAR del año que tiene que ver con la llegada de la primera mujer a la gubernatura del Banco de México (Banxico).Y es que con los cuestionamientos por no ser experta en materia de política monetaria y las desconfianzas por su cercanía con el Presidente Andrés Manuel López Obrador, que podría degenerar en una pérdida de autonomía e independencia del Banxico, desde el pasado 1 de enero asumió Victoria Rodríguez Ceja como primera gobernadora de esa institución clave para el manejo de las finanzas del país.Como se sabe, esta ex funcionaria de la Secretaría de Hacienda en el gobierno lópezobradorista llega al Banxico como segunda propuesta del Presidente luego de que retiró su apoyo a Arturo Herrera, quien renunció a la titularidad de SHCP luego de que inicialmente López Obrador había apostado por él y así lo había anunciado el 9 de junio en su rueda de prensa mañanera.Incluso ahí mismo informó que el relevo de Herrera sería Rogelio Ramírez de la O, un economista radicado en Estados Unidos, dueño de la empresa Ecanal (Economic Analysis for Company Planning) que vende a grandes empresas análisis macroeconómicos de México.Si bien la cercanía de Herrera al gobierno de la 4T causó también ciertas suspicacias de que se pudiera poner en riesgo la independencia del Banxico, su experiencia en política monetaria y su trayectoria profesional sin tacha hizo que su postulación, así como la de su sucesor en Hacienda, fueran bien recibidas por la iniciativa privada mexicana y en los mercados y las firmas calificadoras internacionales.Sin embargo, algo que sólo ellos saben sucedió dentro del gobierno de la 4T, que Herrera tuvo que suspender citas en Estados Unidos con cabilderos financieros con los que trabajaba para su arribo al Banxico, cuando le comunicaron que no era más la carta del Presidente, pese a haber sido considerado por él, un economista con “dimensión social” que no encontraba en el saliente gobernador del Banxico, al poner en entredicho su reputación profesional al acusarlo erróneamente de haber aprobado créditos para la compra de Fertinal en 2015, presuntamente a sobreprecio cuando fue director de Bancomext. Eso canceló la posibilidad de su reelección al frente del Banxico, como le pasó a Julio Santaella en el Inegi, donde su trabajo era reconocido por propios y extraños y que bien podía haber sido ratificado en el cargo para un segundo periodo, pero el Presidente optó por Graciela Márquez Colín, quien fuera al principio del gobierno de la autollamada cuarta transformación su secretaria de Economía.Vamos a ver a partir de hoy si la “dimensión social” que finalmente López Obrador vio más en Rodríguez Ceja que en Herrera no es una decisión para que el Poder Ejecutivo obtenga el control de una instancia cuyo contrapeso ha sido benéfico para mantener los indicadores macroeconómicos del país con una acertada estabilidad, y que la nueva jefa en el Banxico anteponga el interés de los mexicanos antes que sus lealtades político-partidistas.
