Sábado, 27 de Abril 2024

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Ayotzinapa, otra vez asesinato y criminalización

Por: Rubén Martín

Ayotzinapa, otra vez asesinato y criminalización

Ayotzinapa, otra vez asesinato y criminalización

A seis meses de que se cumplan diez años de la desaparición de 43 normalistas y el asesinato de tres más el 26 de septiembre de 2014, la noche del jueves fue asesinado otro estudiante más de la Normal Rural Raúl Isidro Burgos conocida como Ayotzinapa. Se trata del normalista Yanqui Khotan Gómez Peralta, de 23 años, estudiante del cuarto semestre. 

El asesinato de Gómez Peralta, por parte de policías estatales de Guerrero, ocurre en un momento muy tenso y ríspido en la compleja relación de los padres y madres de los 43 normalistas desaparecidos, los actuales estudiantes de la normal Raúl Isidro Burgos y el Gobierno federal que encabeza el Presidente Andrés Manuel López Obrador. Ocurre, además, el mismo día que el Presidente había criticado las manifestaciones de protesta de los normalistas y sugerido que los padres eran manipulados por intereses de sus adversarios conservadores. 

Desde días atrás, el Presidente también cuestionó y criticó a las organizaciones de derechos humanos que acompañan a los familiares de los 43 desaparecidos, como el Centro Prodh, y al abogado Vidulfo Rosales del Centro de Derechos Humanos La Montaña de Guerrero. 

Hay versiones encontradas de cómo ocurrió el asesinato del normalista Gómez Peralta. Según la Secretaría de Seguridad Pública de Guerrero, la noche del jueves a la salida de la ciudad de Chilpancingo, en la carretera al municipio de Tixtla, recibieron el reporte de robo de una camioneta marca Nissan que era justamente en la que viajaban dos estudiantes (un tercero había bajado a una tienda). Cuando los policías les marcaron el alto, fueron recibidos con disparos, supuestamente, por parte de los estudiantes, por lo que repelieron la agresión en la que resultó herido el estudiante Gómez Peralta y posteriormente falleció cuando recibía atención en un hospital.

Por su parte, los estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa y la Federación de Estudiantes Campesinos Socialistas de México emitieron un comunicado en el que rechazan esta versión y acusan de un montaje en el que se sembró un arma y droga. “Responsabilizamos de manera directa al Gobierno estatal (de Guerrero) por el ataque armado, asimismo por la fabricación de delitos y la siembra de armas en la unidad vehicular en donde se trasladaban los compañeros”. Acusan que son objeto, por parte de los tres niveles de Gobierno, “de la criminalización en contra de la Normal de Ayotzinapa, la política de oídos sordos, la represión y la muerte”.

Y tienen razón, pues, como señalé más arriba, la reciente agresión en contra de los normalistas ocurre en el contexto de las declaraciones y cuestionamientos del Presidente contra las protestas de los padres y madres y estudiantes de Ayotzinapa.

El antecedente inmediato de esta muerte es la jornada permanente de protesta que los padres y madres decidieron instalar en el Zócalo de la Ciudad de México, frente a Palacio Nacional, después de la acción global del pasado 26 de febrero. Los padres exigen ser recibidos por el Presidente y específicamente que la Secretaría de Defensa Nacional les entregue 800 folios de reportes de inteligencia elaborados por su comando en Iguala y avanzar en la investigación de la desaparición de los 43 normalistas. 

En lugar de ello han recibido el desdén y la crítica del Presidente, quien ha contribuido a crear el ambiente de criminalización con el que históricamente el Estado ha tratado a los estudiantes normalistas de todo el país, especialmente Ayotzinapa. Además de la muerte reciente de Gómez Peralta y la desaparición masiva de septiembre de 2014, en diciembre de 2011 otros dos normalistas de Ayotzinapa fueron asesinados por balas de policías de Guerrero en la autopista de El Sol. 

Al comienzo del actual Gobierno, los padres de los 43 dieron un voto de confianza al Presidente López Obrador pero, lamentablemente, casi al final del sexenio han recibido el mismo trato de desdén y criminalización al igual que en gobiernos anteriores. Es en este ambiente de criminalización que ocurre asesinato de un normalista de Ayotzinapa más, en lugar de avanzar en la investigación y ofrecer justicia y reparación del daño a las víctimas. 

rubenmartinmartin@gmail.com

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