Hace aproximadamente un mes abrió en el centro comercial Andares este nuevo concepto de la mano del afamado chef Francisco Ruano, quien está al frente del multipremiado restaurante Alcalde (#32 en el Latin America’s 50 Best Restaurants 2021) y en mancuerna con el chef tapatío, Miguel Núñez, quien está a cargo de toda la operación y además está presto para cualquier comentario y sugerencia de todos los comensales.Es un lugar abierto, con una decoración que invita a la chorcha y los amigos. Tienen muchos cocteles, una carta muy amplia y a la vez sencilla. Se encuentra donde anteriormente estuvo el Black Coffee, al final del paseo Andares.Acudí en viernes con mi querido Héctor, comimos a nuestras anchas y después me pasé a otra mesa con amigos donde el copeo fue largo y divertido. De la comida les platico.De entrada pedimos unos camarones Jaime ($398) son un par de camarones gigantes (vienen tres) con un peso de 400 gramos, que pareciera poco, pero son abundantes y llenos de sabor. Los abren por el centro. Son zarandeados estilo Nayarit con un toque de curry, que no invade, sino que está presente tanto en aroma y sabor. Los pasan por las brasas y lo acompañan con un alioli de ajo rostizado. Seguimos con una tlayuda de jitomate con chimi ($165) que de entrada tiene una presentación sin igual, bien se dice que entra primero por el ojo, y este platillo conquista. Es apta para vegetarianos, tiene un puré de alubias, jitomate cherry en láminas chimichurri de epazote y quesillo de Chiapas y verdolagas. Ojalá estuviera buena, está buenaza. Tiene muy buen tamaño, yo diría que unos 18 centímetros de diámetro, por lo que bien alcanzan tres a probarla sin enseñar los dientes. Acá fuimos dos y todo fue cordial.A sugerencia probamos un arroz cremoso de esquites y tuétano ($230) bien podría llamarse arroz meloso, que es este arroz que una vez que suelta su almidón después de cocido, se deja con un poco más de caldo quedando aguado. Algo así como un risotto italiano pero sin el kilo de mantequilla ni la libra de parmesano. Aquí lo emulsionan con tuétano que le da un sabor único que recordarás por siempre. Es sedoso y con muchos tropiezos de esquite, que le dan una capa de textura diferente.Por último, el pollo asado ($280) que llega totalmente sin progenitora, por hacer referencia a nuestro querido mayo. Es medio pollo, que presentan en piezas, al que primero ahúman por al menos dos horas para después pasarlo por el josper, que es este horno español que está de moda entre los chefs y que trabaja a base de leña. Tiene un sabor muy profundo a humo, muy bueno en mi opinión; la piel queda delgada y crujiente, como si fuera una oblea pero con ese sabor engordativo que no tiene culpa alguna. Tiene un nivel de humedad perfecto y su salseo es formidable.¡Sé feliz!TOMA NOTA
