Con sus 118 islas y atolones (67 de ellos habitados), la Polinesia Francesa se extiende por un área que podría compararse a la del Continente Europeo, con asombrosos horizontes marinos y múltiples oportunidades de descanso en esta región de Oceanía.La Polinesia Francesa es una colectividad de ultramar de Francia que se ha convertido en uno de los destinos preferidos para quienes buscan una travesía que los desconecte de las grandes ciudades, espacios íntimos y conectarse con la naturaleza.Dentro de su multitud de islas destacan por su relevancia turística Bora Bora y Tahití, preferidas por quienes buscan una escapada romántica o celebran su luna de miel.Sin embargo, Jean-Marc Mosellin, CEO de Tahiti Tourisme, en entrevista exclusiva con EL INFORMADOR, detalla que Tahití (y la Polinesia Francesa en general) ofrecen opciones de descanso para todo tipo de turistas.“Tenemos actividades para familias, grupos de viaje o adultos mayores. Es un destino que ofrece actividades acuáticas, pero también cultura y buena gastronomía a quienes nos conocen. Sin embargo, si yo tuviera que destacar un elemento es su gente”.Y sí, en tanto otras islas de Oceanía han visto diezmada sus poblaciones originarias, Jean Marc enfatiza que la Polinesia Francesa presume a su gente y tradiciones con orgullo, siempre dispuestos a darle una mano al turista y convertir la travesía en algo especial.Agrega que moverse entre las islas es posible en taxis acuáticos o embarcaciones privadas, además de que cada una ofrece una experiencia diferente, desde playas, atolones, propuestas gastronómicas e incluso senderismo por las montañas que hay en algunas de ellas.Desde Guadalajara nos encontramos a dos vuelos de distancia de este destino de Oceanía. Una ruta sencilla es tomar un avión a Los Ángeles y desde allí ya es posible viajar a Tahití y moverse por algunas de las distintas islas de la Polinesia Francesa, entre ellas Bora Bora.Bora Bora, conocida como la “Perla del Pacífico”, enamora con sus espectaculares bungalows sobre el agua, donde los visitantes pueden sumergirse en la privacidad de su propio refugio frente al mar.Entre los más populares se cuentan el Conrad Bora Bora Nui, con villas diseñadas con esmero y mezclando una estética que combina el toque polinesio tradicional con la modernidad. En ellos podrás descansar en una hamaca sobre el agua o sumergirte en piscinas infinitas.Toda experiencia en Bora Bora debe incluir el placer de una buena comida, y si viajas en pareja, una cena romántica, ya sea en tu hotel o en un bote, mientras disfrutas de un atardecer es ideal. ¡Ah! Los atardeceres aquí son sensacionales, instantes en los que el cielo se pinta de colores violeta y mandarina que llenan el cielo con una belleza sin igual. Si lo que buscas es un poco más de acción, puedes practicar el snorkel, voleibol de playa, carreras en kayak o de remos.Tahití es la isla más grande de la Polinesia Francesa, misma que ofrece un ambiente igualmente romántico con sus exuberantes paisajes montañosos, serenas cascadas y valles verdes. ¿Opción de hospedaje? En el Hilton Hotel Tahití, que cuenta una ubicación privilegiada, las parejas pueden dejarse llevar por la cultura local en el mercado de Papeete, así como disfrutar de una cena privada bajo las estrellas o aventurarse en una excursión de senderismo para descubrir la belleza natural de la isla.
