¿Los recuerdas? 20 Juguetes de los 90 memorables en el Día del Niño

La consola Game Boy fue lanzada al mercado por Nintendo en 1989, aunque en México fue muy popular durante la década de los 90. Muchos niños la pedían siempre, era uno de los juguetes más codiciados en Navidad o el Día de Reyes.

El Game Boy contaba con una pantalla de matriz de puntos color verde y un cable de salida conector jack; lo más recordado es que también utilizaba cartuchos, los cuales contenían los juegos.

Si tenías muñecas Barbie, obviamente también querías llenar su clóset.

Todos tuvimos un resorte de plástico de colores sin que supiéramos exactamente para qué servía.

El Micro Hornito era otro de los juguetes más pedidos en Navidad. Con este artefacto, las niñas y niños podían preparar dulces y pastelitos con lo que podían sentirse toda una estrella de la cocina.

Los coches Hot-Wheels son amados por coleccionistas y por supuesto, por niños. Se trata de la línea de autos de juguete de la firma Mattel que surgió en 1968.

Estas curiosas muñecas se produjeron originalmente entre 1983 y 1988, pero se popularizaron en México en los años 90. Los bebés que nacen de una col no eran iguales entre ellos, y cada uno tenía un diferente color de ojos, cabello y por supuesto, su certificado de adopción.

El Tetris, originario de la Unión Soviética y lanzado en 1984, es un videojuego de lógica en el que se deben ordenar conjuntos de bloques. La consola que se vendía en México es muy recordada por todos.

¿Quién no compró alguna vez este par de bolas de plástico sujetas por un cordel? Su única misión era mantener por mucho tiempo el golpe entre ambas esferas, sin embargo, a más de alguno le dejó moretones en las manos.

Se trata de una de las consolas más famosas de Nintendo, y que se lanzó al mercado después del Super Nintendo. Contaba con un procesador de 64 bits, y sobre todo, con juegos en forma de cartuchos que podía llevar a todos lados, y cuyo mayor enemigo era el polvo.

Estos juguetes estaban por todos lados, y llamaban la atención por sus coloridos cabellos.

De origen desconocido, los yoyos nunca han pasado de moda.

Se trata de otro juguete de origen desconocido que todos los niños tuvieron alguna vez, sobre todo en los años 90.

El Tamagochi fue una mascota virtual creada en 1996 por Aki Maita y comercializada por Bandai. Consistía en un aparato electrónico con la forma y el tamaño de un huevo, en cuya pantalla de píxeles podías ver el progreso y necesidades de tu animal, ya fuera un perro, un gato, o un conejo, por ejemplo.

La Avalancha aparecía bajo el árbol de Navidad en algunos hogares mexicanos. Se trataba de una tabla de madera con cuatro ruedas y un volante con el que te podía transportar a todos lados, claro, no tan lejos de tu casa.

Las casas de las muñecas Barbie siempre han sido muy queridas por todos. Durante los años 90 era muy popular el maletín, que al abrir mostraba el interior de la residencia de la muñeca y que hacía fantasear a más de alguna.

Los círculos de plástico de poco más de una pulgada de tamaño tenían en sus dos caras imágenes de caricaturas, y eran recolectadas por los niños que también compraban bolsas de papas donde se encontraban; ya luego se lanzaron versiones transparentes y hasta metálicas. ¿Quién no recuerda los duelos para quedarse con las más buscadas en el patio de la escuela?

Por su apariencia, todos se preguntaban si un Furby era un ratón, un gato, un murciélago, un búho o un pollo.

El Super Nintendo se lanzó en 1990, cuando la marca ya se había consolidado en mercados de videojuegos de todo el mundo. Llegó al mercado antes del Nintendo 64, y contaba con un procesador de 16 bits y un control con botones de colores. Se descontinuó en 1999, para dolor de muchos.

Entre 1989 y 1993 se lanzaron sets en forma de conchas o cajas que en su interior tenían la casa de una muñeca en miniatura llamada Polly Pocket. Aunque estas se venden hoy en día, las de antes eran tan pequeñas que la idea era coleccionar todas las que fuera posible.

Estas pequeñas figuras de plástico transparente fueron parte de los juguetes promocionales de Coca-Cola en el México de los años 90: para conseguirlos, solo debías entregar a cambio cinco corcholatas o tres taparroscas en la tienda de la esquina.