Jueves, 28 de Marzo 2024
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Jalisco

Aumentan episodios de mala calidad de aire en este año

Ha habido 44 de ellos entre el 1 de enero y el 10 de noviembre; la zona Sur es la más afectada

El Informador

Con el regreso de la movilidad en la ciudad aumentaron los episodios de mala calidad del aire. Entre el 1 de enero y el 10 de noviembre del 2021 se registraron 44. En el mismo periodo de 2020 se documentaron nueve.

Estos eventos, generados por ozono y material particulado, incluyen desde la precontingencia atmosférica, que se activa cuando el Índice metropolitano de calidad del aire (Imeca) es igual o mayor a 120 puntos, hasta la contingencia atmosférica de la fase tres, que se aplica cuando es igual o mayor a 250 unidades.

Cuando eso ocurre, se pueden presentar efectos a la salud, en particular para los grupos vulnerables, como personas con enfermedades respiratorias y cardiovasculares, adultos mayores y niños, por lo que se recomienda evitar actividades al aire libre.

Hay otro indicador: cuando el valor está por arriba de los 100 puntos Imeca, pero antes de los 120 (no se alcanza la precontigencia). En este año la zona con más días con mala calidad del aire en este parámetro es el Sur, que incluye las estaciones de Las Pintas, Santa Fe y Miravalle. De 291 días medidos, en 169 días hubo mala calidad de aire en diversos momentos. Y en 122 con calidad de buena a regular.

Los municipios de influencia en las primeras dos estaciones son El Salto, Tlaquepaque y Tlajomulco de Zúñiga. Y en Miravalle se mide una zona de Guadalajara y Tlaquepaque.

Si la calidad de aire es regular, se pueden realizar actividades al aire libre, aunque pueden presentarse posibles molestias en niños y adultos mayores, así como en personas con enfermedades respiratorias.

En contraparte, la estación del Centro tapatío registró 279 días con calidad buena o regular, y solamente 15 días malos.

A pesar del incremento de los habitantes en la zona metropolitana, no hay más equipamiento para medir la contaminación ambiental. EL INFORMADOR/G. Gallo

Crece la población, pero no aumentan las estaciones para la calidad del aire

En 2013, la estación ambiental de Santa Fe se convirtió en el décimo aparato para medir la calidad del aire en la ciudad, específicamente en Guadalajara, Zapopan, Tonalá, Tlaquepaque, Tlajomulco y El Salto. En esa década estaban registradas 4.3 millones de personas en esos municipios. Sin embargo, aunque en 2020 aumentaron casi 700 mil habitantes en ese territorio, no hay nuevas estaciones para medir la calidad del aire, lo que significa que suman ocho años sin crecer la red.

En 2019, la Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Territorial (Semadet) informó que se requerían agregar, al menos, otras cuatro estaciones para estar acorde con el crecimiento de la ciudad, lo que no ocurrió.

“El aumento de la población y de las emisiones de contaminantes del aire han traído como consecuencia impactos importantes en la salud de la población, como el aumento de la mortalidad prematura causada por las enfermedades cardiovasculares y respiratorias, relacionadas con la exposición crónica a las partículas suspendidas. Estos impactos tienen, a su vez, efectos económicos que son absorbidos por los Gobiernos. Y en último término por la sociedad en su conjunto”, se refiere en el Programa para mejorar la calidad del aire (ProAire) de Jalisco 2014-2020, ya que el nuevo instrumento no ha sido actualizado.

Además, las estaciones siguen fallando porque no todos los días muestran información. En los primeros 11 meses registraron un promedio de 27 días sin datos, lo que representa que no se puede evaluar con exactitud lo ocurrido.

El Área Metropolitana de Guadalajara enfrenta problemas relacionados con el aire que se respira, ya que sólo en 2018 se registraron 216 días con concentraciones superiores a los límites normados de alguno de estos contaminantes: PM10, PM2.5 y Ozono, lo que prácticamente equivale al 60% de los días del año con mala calidad del aire.

“Los efectos a corto y largo plazos de esta situación podrían conducir al incremento de los casos de enfermedad y de mortalidad prematura, especialmente entre la población susceptible, como niños, ancianos o mujeres embarazadas; además, el aumento de la temperatura regional conduce al estrés térmico, que se ha relacionado con casos de mortalidad y con el aumento de incendios forestales”, de acuerdo con el análisis “Desarrollo de un inventario integrado de Emisiones de Contaminantes Criterio y Gases y Compuestos de Efecto Invernadero”, presentado en agosto pasado por el Instituto de Planeación y Gestión del Desarrollo del Área Metropolitana de Guadalajara (Imeplan).

Pendientes

Desde el 12 de noviembre se solicitó una entrevista con la Secretaría de Medio Ambiente para abordar el tema de la red de monitoreo, pero no se respondió. Tampoco contestó por escrito las siguientes preguntas:

1.- En 2019 se anunció que agregarían cuatro estaciones de monitoreo ambiental para la red Siga de calidad de aire, pero a la fecha mantienen las mismas 10 estaciones. ¿Se  cumplirá la meta en la actual administración? ¿Por qué no se ha avanzado?

2.- Con el regreso de las actividades normales aumentaron de nuevo los episodios con mala calidad de aire. Y todavía faltan las fiestas decembrinas. ¿Qué estrategias se van a implementar para evitar contingencias atmosféricas?

3. ¿Por qué no se trabajó con el programa de reubicación de ladrilleras? ¿Cuál es el plan en ese sentido?

Fallan los aparatos

Este medio publicó que, pese a la inversión que destina la Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Territorial  en el mantenimiento correctivo y preventivo de las 10 estaciones que componen el Sistema de Monitoreo Atmosférico, éstas presentan fallas que les impiden medir la calidad del aire durante todos los días del año.

En 2019 y 2020, entre las 10 estaciones sumaron un total de 940 días sin poder entregar datos, lo que obstaculiza  conocer la medición exacta de los  momentos en los que se superaron los 100 puntos Imeca.

El año pasado, la estación de Santa Fe, ubicada en el Sur de la ciudad, estuvo 146 días sin presentar datos.

Entre 2018 y 2020, la Semadet destinó 22.4 millones de pesos (MDP) para la reparación de los aparatos.

Desde hace ocho años no hay nuevas estaciones para medir la contaminación en la ciudad. EL INFORMADOR/G. Gallo

ESTUDIO

Hay contaminantes de forma diferenciada

Los municipios tienen una contribución de las emisiones de contaminantes criterio y de gases de efecto invernadero de forma diferenciada.

Guadalajara ocupa el primer lugar en la emisión de monóxido de carbono (Co), dióxido de nitrógeno (No2), compuestos orgánicos volátiles (Cov) y bióxido de carbono equivalente (Co2e), según el análisis “Desarrollo de un inventario integrado de Emisiones de Contaminantes Criterio y Gases y Compuestos de Efecto Invernadero”, presentado por el Imeplan en agosto pasado.

El monóxido de carbono es emitido principalmente por las motocicletas, los autos particulares y las camionetas.

Zapopan es el municipio con la mayor contribución de partículas PM10, PM2.5 y amoniaco (Nh3).

Las PM10 tienen como fuente de emisión las ladrilleras, los incendios forestales, los caminos pavimentados y no pavimentados, la combustión doméstica y la combustión comercial.

Las partículas PM2.5 son a través de las ladrilleras, los incendios forestales, la combustión doméstica, la combustión comercial y la industria del cemento y cal.

Y el amoniaco, por las emisiones domésticas, las ganaderas y la aplicación de fertilizantes.

San Pedro Tlaquepaque es el mayor emisor de dióxido de azufre (So2), proveniente de industria de alimentos y bebidas, metalurgia, cemento y cal, operación de aeronaves, plástico y hule.

Tlajomulco  fue el segundo lugar por su contribución de So2, además del tercer lugar por su aporte a las emisiones de dióxido de nitrógeno (No2), compuestos orgánicos volátiles (Cov) y amoniaco (Nh3).

Incendios y ladrilleras, fuentes de contaminación

La mayor contribución a las emisiones de PM10 y PM2.5 se deben a la producción de los ladrillos, con un 17.35% y 24.04%, respectivamente, seguidas de los incendios forestales, con un 11.51%,  según el “Desarrollo de un inventario integrado de Emisiones de Contaminantes Criterio y Gases y Compuestos de Efecto Invernadero”.

En el conteo encontraron la actividad importante de producción de ladrillos, principalmente en los municipios de Tonalá (243 ladrilleras), El Salto (193), Zapopan (169) y San Pedro Tlaquepaque (136).

“Es oportuno mencionar que todas las emisiones de partículas suspendidas PM10 y  PM2.5 que se estimaron para las ladrilleras, incluyen tanto las emisiones por combustión o quema de combustible, como las de manejo de tierra. Esta última actividad es la que más contribuye a las emisiones de dichas partículas”, se refiere en el estudio.

También se indica que las emisiones de dióxido de azufre tienen su origen principalmente en la industria estatal de los alimentos y bebidas con una contribución del 28.46%, seguida de la industria metalúrgica federal, con un 22.39 por ciento.

Las fuentes de monóxido de carbono son aportadas mayoritariamente por las motocicletas, con una contribución del 31.47%. Y por los autos particulares, con un 22.71 por ciento.

Las emisiones de dióxido de nitrógeno provienen de los autos particulares, con un 18.35%, seguidas de los vehículos utilitarios deportivos, con un 10.26 por ciento.

Por  último,  las emisiones de COV son aportadas principalmente por el manejo y la  distribución de gas LP, con una contribución porcentual del 25.81 por ciento.

FUENTES MOVILES

Los vehículos también contribuyen

De acuerdo con el estudio,  las emisiones generadas por las fuentes móviles representan una contribución importante en los inventarios de emisiones, “dado que todos los vehículos de combustión interna que circulan en vialidades generan emisiones a la atmósfera y representan una fuente importante de la contaminación del aire”.

Aunque las principales emisiones de las fuentes móviles se generan en el escape durante la combustión de hidrocarburos,  también se detonan  las emisiones evaporativas y durante el frenado por el desgaste de las llantas.

Por  fuentes móviles, se encontró que los autos particulares son los mayores contribuyentes de las emisiones de PM10, So2, No2 y CoV, con 23%, 31%, 30% y 32%, respectivamente.

Las motocicletas, por su parte, son las mayores emisoras de PM2.5, Co y N33, con el 24%, 36% y 50%, respectivamente.

Los tractocamiones se ubican en el tercer lugar por sus emisiones de PM10 y PM2.5, con el 13% y 16%, respectivamente, mientras que los vehículos deportivos utilitarios son el cuarto emisor de So2, Co, CoV y Nh3.

En agosto pasado, durante las primeras jornadas del nuevo programa de verificación vehicular, dos de cada 10 autos revisados no pasaron la prueba, informó Abraham Torres Andrade, director de Calidad del Aire de la Secretaría de Medio Ambiente. La cifra estaba por debajo de lo esperado, pues calculaban que en el arranque un 30% no acreditarían la revisión.

Los lineamientos del programa establecen que en caso de no aprobar la verificación vehicular en un primer intento, se tendrá derecho a realizar un segundo intento de manera gratuita, siempre y cuando se haga en el mismo verificentro y dentro del plazo de 30 días naturales.

Las emisiones generadas por las fuentes móviles representan una contribución importante en los inventarios de emisiones. EL INFORMADOR/A. Camacho

Hay más fábricas 

  • En el estudio “Desarrollo de un inventario integrado de Emisiones de Contaminantes Criterio y Gases y Compuestos de Efecto Invernadero” se detallan los contaminantes  emitidos por las fábricas y su tipo de jurisdicción.
  • “La industria de competencia federal tiene un mayor aporte a las emisiones de los contaminantes criterio, excepto para el dióxido de azufre y el amoniaco, en el que la industria de competencia estatal representa emisiones ligeramente mayores”.
  • Los hallazgos principales fueron que la industria de cemento y cal contribuyen con la mayoría de las emisiones de  PM10 y PM2.5, con el 36% y 29% del total, respectivamente. 
  • En segundo lugar,  la industria metalúrgica con una contribución porcentual del 19% y 21%, respectivamente, seguida de la industria de alimentos y bebidas, con el 11% y el 10%, respectivamente.
  • La industria de los alimentos y bebidas es la principal emisora de So2, Co, No2 y No3. 
  • Otras ramas contaminantes son la generación de energía eléctrica y la industria automotriz, que es la segunda fuente de emisiones de Cov, con el 17% del total.
  • “La información para la estimación de emisiones de estas fuentes se obtuvo de las Cédulas de Operación Anual (COA) federales y estatales,  de las que se recopiló la información referente al  tipo de proceso, el número de equipos, el consumo y el  tipo de combustibles, las materias primas y la cantidad y tipo de productos”.
  • Se añade que  se contó con la información de 223 empresas de jurisdicción federal.  Y  de las compañías de jurisdicción estatal se obtuvo un total de 176 cédulas de operación anual.

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